Los fósiles son los restos de seres vivos, o de su actividad, que se han conservado en las rocas sedimentarias como consecuencia de un proceso de fosilización.
Es difícil que se conserven los seres vivos pero, cuando lo hacen, fosilizan las partes más duras y menos alterables, como huesos, caparazones, conchas, dientes, troncos, etc. Muchas veces ya no quedan ni estos restos y sólo se encuentra el hueco que ha sido rellenado por otro mineral y únicamente queda el molde, como ocurre frecuentemente con las conchas.
En ocasiones, si se dan las condiciones adecuadas, se pueden fosilizar animales o vegetales completos que pueden evitar la putrefacción, permaneciendo en asfalto o resina, o haber muerto por congelación. Así, se pueden encontrar insectos y arácnidos conservados en ámbar (recuerda la película Parque Jurásico), rinocerontes en asfalto, mamuts congelados en Siberia o troncos conservados bajo una capa de cenizas volcánicas.
Hay distintos tipos de fósiles:
- Fósiles corporales.
- Partes duras (conchas, dientes, ...) parcial o totalmente mineralizadas.
- Partes blandas. Por ejemplo los mamuts congelados de Siberia o los insectos conservados en ámbar.
- Fósiles químicos. Sustancias químicas fósiles producidas por la actividad fisiológica de los seres vivos.
- Moldes y huellas. Pueden ser impresiones marcadas en las rocas por organismos de cuerpo blando como gusanos o medusas, huellas de pisadas dejadas al desplazarse, galerías excavadas en la tierra.
- Otros tipos de fósiles. Otros restos que pueden llegar hasta nuestros días son los huevos fósiles que, incluso pueden aparecer los nidos completos, o las heces fosilizadas (coprolitos).
En cuanto a su importancia, esta radica en que conociendo el período en el que vivió un organismo podemos conocer la edad de las rocas que lo contienen. Pero algunos vivieron en unas zonas muy pequeñas y otros durante mucho tiempo, por lo que tampoco aportan demasiada información. Los que sí son más valiosos son los fósiles guía, que vivieron durante un período corto de tiempo y tuvieron una amplia dispersión geográfica. Algunos de los fósiles guía más característicos son:
- Nummulites. Grandes foraminíferos (un tipo de protozoo) con una concha en forma de disco plano. Vivieron en los mares cálidos del hemisferio norte durante el Mioceno, en el Cenozoico.
- Ammonites. Antiguos moluscos cefalópodos, como los pulpos y calamares actuales, pero con conchas externas enrolladas. Vivieron en los mares en el Mesozoico.
- Trilobites. Artropodos marinos que vivieron durante el Paleozoico. Son muy diversos, existiendo unas 5000 especies conocidas distintas.